DIOS TIENE LA ULTIMA PALABRA

La victoria, el derecho y el crecimiento llegan en el momento en que
Dios lo determine. Pero requiere de nosotros que nos mantengamos obedientes a Su
Palabra, porque la obediencia es la puerta que abre el camino a la bendición.
En el libro de Génesis capítulo 41 se cuenta la historia de cómo José alcanzó
un mayor poder y autoridad cuando fue llamado desde la cárcel para interpretar
los sueños de Faraón. Sabemos que José había sido obediente a Dios, aunque lo habían
vendido como esclavo y había sido juzgado injustamente por la esposa de
Potifar.
Piensa en esto, José pasó de hijo de patriarca a esclavo en tierra ajena, de esclavo a mayordomo de Potifar, luego encarcelado injustamente, pero allí incluso se mantuvo firme con el Señor y el favor de Dios estuvo con él; en la cárcel interpreto sueños para el copero y el panadero del rey. Habían pasado alrededor de 13 años desde que fue vendido como esclavo, todo parecía que no iba a mejorar. Pero Dios tenía un plan diferente para él.
Piensa en esto, José pasó de hijo de patriarca a esclavo en tierra ajena, de esclavo a mayordomo de Potifar, luego encarcelado injustamente, pero allí incluso se mantuvo firme con el Señor y el favor de Dios estuvo con él; en la cárcel interpreto sueños para el copero y el panadero del rey. Habían pasado alrededor de 13 años desde que fue vendido como esclavo, todo parecía que no iba a mejorar. Pero Dios tenía un plan diferente para él.
El faraón de Egipto tuvo un sueño que nadie había podido explicar, pero
un día, llamaron a José, por recomendación del copero.
José no solo le dio a Faraón la interpretación de sus sueños, sino que también le dijo cómo prepararse para los próximos años de hambruna (Génesis 41:25-36).
Las palabras de José estuvieron tan llenas de sabiduría que hizo que Faraón llegara a la conclusión de que debía estar lleno de poder sobrenatural, el poder del Espíritu de Dios.
José no solo le dio a Faraón la interpretación de sus sueños, sino que también le dijo cómo prepararse para los próximos años de hambruna (Génesis 41:25-36).
Las palabras de José estuvieron tan llenas de sabiduría que hizo que Faraón llegara a la conclusión de que debía estar lleno de poder sobrenatural, el poder del Espíritu de Dios.
Y en Genesis 41:39 el faraón le dijo a José, “«Puesto que Dios te ha
hecho saber todo esto, no hay nadie tan inteligente y sabio como tú”.
Tan poderosa fue la revelación de Dios a José que Faraón le dio a José su
propio anillo que era usado como sello, el que representaba sus derechos y
autoridad como el gobernante de Egipto. Le puso ropas de lino fino y una cadena
de oro alrededor del cuello, representando las riquezas que José disfrutaría a
partir de ese momento. También hizo que usara su carruaje, y puso pregoneros
que gritaban "¡doblen sus rodillas!" a medida que pasaba José, lo que
representaba la posición real que le había sido asignada; tres cosas recibió José,
poder, riqueza y realeza.
Esta historia nos sirve para recordar que quien tiene la última palabra es
Dios, pero que la apertura de esa victoria es la obediencia a la Palabra de
Dios.
Aunque los tiempos no parezcan buenos y no veas claro el futuro. Es en el Señor en quien debemos confiar. No caigas en la tentación de actuar incorrectamente, el futuro está seguro en Dios. José en un día paso de la cárcel al palacio por el favor de Dios. Estoy seguro de que Dios te favorecerá a ti también si permaneces fiel a Él.
Aunque los tiempos no parezcan buenos y no veas claro el futuro. Es en el Señor en quien debemos confiar. No caigas en la tentación de actuar incorrectamente, el futuro está seguro en Dios. José en un día paso de la cárcel al palacio por el favor de Dios. Estoy seguro de que Dios te favorecerá a ti también si permaneces fiel a Él.
Oremos “Amado Padre Celestial, creo que cumplirás todas las promesas
que has hecho. Incluso si mis circunstancias no son como las imaginé, sé que
tienes un gran destino para mi vida, seré fiel y confiaré en ti hasta ver el cumplimiento,
lo creo y declaro en el nombre de Jesús, Amén”.
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