DE INDIGNADOS A RESTAURADOS





Con frecuencia me doy cuenta de que muchas personas no se acercan a Dios porque se consideran a sí mismas indignas. ¿Por qué?, porque el peso del pecado los agobia.

Estoy seguro de que ellos realmente no tienen la revelación del propósito de la venida de Jesús a la tierra.
Si buscamos en la Biblia, encontramos que Saulo de Tarso, quien luego se conocería como el apóstol Pablo, si el mismo autor de las cartas apostólicas del Nuevo Testamento, al principio fue perseguidor de los cristianos.
Este hombre tuvo un encuentro con Jesús que le transformó su vida. Por lo tanto, si tu que estas recibiendo este articulo te sientes indigno, te comparto este versículo escrito por Pablo en 1 Timoteo 1:15 que dice “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero” (RVR60)

Este verso de Pablo sobre los pecadores se centra en uno de los más grandes propósitos de Dios al enviar a Jesús, que es “salvar a los que están perdidos”, y se da el mismo como el primer ejemplo de perdón y restauración.

A los pecadores que se consideran sin oportunidades, que están deshechos internamente, son "a quienes" Jesús quiere atraer y producir en ellos milagros de restauración.
La Biblia nos enseña que cuánto más bajo se hunde un pecador, mayor es la gloria de Dios manifestada sobre este pecador arrepentido.

Hay otro relato poderoso en la Biblia y es de una mujer llamada Rahab; prostituta que vivía en Jericó en tiempos de la conquista de esta ciudad, Lo puedes encontrar en el libro de Josué capítulo 6.
¿Qué le esperaba a esta mujer?; la deshora publica, ser apartada de la sociedad, era considerada como un ser despreciable, mujer altamente pecadora. Sin embargo, Dios, quien obra diferente al ser humano, estuvo dispuesto a perdonarla, no solo a ella, sino a toda su familia, porque estaba arrepentida.
El Señor la escogió, siendo pecadora, y la usó para crear bendición para ella, para su familia y para el Pueblo de Israel.
Rahab primero se salvó de la muerte; luego se convirtió en una de las cuatro mujeres mencionadas al inicio del evangelio de Mateo, como antepasado directo del Rey David y de Jesucristo mismo.

¿Puedes comprender ahora cómo Dios restaura "a los seres despreciados por el mundo, a los rechazados e indignos?; así pues, no hay ninguna razón para sentirse rechazado, todos los que se arrepienten tienen lugar en el corazón del Señor
¡Regocijémonos con los ángeles hoy por cada pecador que se arrepiente!

Oremos “Señor, gracias por mostrarme tu amor. Renuncio a todo pecado, a todo pensamiento y sensación de indignidad. Señor Jesús, con mi genuino arrepentimiento, te acepto como mi Señor y Salvador, gracias por tu bondad y amor, esto lo creo y declaro en el Nombre de Jesús, Amen”

Versículo “Palabra fiel y digna de ser recibida por todos: que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero”. 1 Timoteo 1:15 (RVR60)

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