CREADOS CON LA CAPACIDAD PARA SUPERAR RETOS

Hemos sido creados para enfrentar retos; contamos con la capacidad mental, física, psicológica e incluso la capacidad de reacción, dadas por Dios para asumir y superar los retos que representa vivir en este mundo.

Son los retos diarios los que forman nuestro carácter; si la vida no los tuviera, seriamos personas débiles, acomodadas y estancadas; pero “cuando asumimos retos nos estamos estimulando para llegar más allá de lo que creemos que son nuestros límites; aunque esto inevitablemente implique superar algunos de nuestros temores, ya sean estos, el fracaso, la humillación, la burla, el miedo a lo desconocido, el atreverse a entrar en lugares o capacidades no alcanzadas anteriormente… etc.”

Podemos decir que hay dos maneras de vivir, por un lado, queriendo estar sin problemas, cómodos, seguros y aburridos; o, estando al frente de acción, superando obstáculos, creando espacios, solucionando problemas, obligándonos a pensar, para que al final podamos obtener logros y experiencias nuevas.

Dice la Palabra de Dios en Romanos 8:14 “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios”. (NVI)

¿Qué camino debe tomar un(a) hijo(a) de Dios?; te dejo esta reflexión… “quien no asume retos nuevos no obtiene nuevas victorias” … Asumir riesgos es algo que requiere fe, escuchar atentamente la voz del Espíritu Santo que te susurra “puedes hacerlo… para eso naciste”.

Hay una obra esperando por ti, un nuevo invento, un ministerio… todos con un reto grande, pero también con una oportunidad de hacer algo significativo, que rompa tus esquemas y que te obliguen a dar los mejor de ti… incluso aquello que aún no has descubierto, pero que está allí en tu interior esperando el momento oportuno para salir a relucir.

El Espíritu Santo ha trabajado en ti… te ha preparado para lo nuevo que ha de llegar, es tu guía, por lo tanto, activa tu fe. Porque al final, la fe es como un músculo que crece cuando se hacen ejercicios, tus decisiones de asumir retos harán que ésta crezca y se fortalezca, aunque los resultados al principio no los veas, sigue adelante con la guía del Señor, una gran victoria te espera más adelante.

Oremos “Padre Celestial, venimos ante ti para darte gracias por las capacidades que has colocado en nosotros, por el poder para superar crisis, por la creatividad para inventar cosas nuevas. Abro mi mente y mi corazón para escuchar tu voz, creo que la guía de tu Santo Espíritu me aconsejara y me motivara para avanzar en la vida, lo creo y declaro en el nombre de Jesús, Amen”.

Versículo: “Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios”. Romanos 8:14 (NVI)